Entre las generaciones más jóvenes no es ningún secreto que el reloj de pulso está pasando de moda. Muchos lo usan porque lo recibieron como un regalo, pero se está volviendo cada vez más común el uso del celular u otro dispositivo móvil para ver la hora.
Sería una lástima que desapareciera del uso común, ya que su gran ventaja a través de las generaciones (y quizás la razón por la que remplazó al reloj de mano que se usaba con cadenita) es su diseño versátil y eficaz: atado a la muñeca, donde es casi invisible y resulta fácil de consultar, incluso para usuarios mientras manejan una moto o hacen deporte.
Esa ventaja no la tienen ni los smartphones de hoy, que hay que llevar en el bolsillo y el usuario siempre tiene acomodarlos cuando se va a sentar, cruzar las piernas, adoptar distintas posiciones y afrontar diversas situaciones. En cambio el reloj de pulso casi que ni se siente ni se ve, y el usuario puede tenerlo puesto casi que en cualquier lugar o actividad.
El smartwatch, o reloj de pulso inteligente, es una idea que está cogiendo fuerza entre algunos fans de los dispositivos móviles y varias empresas han comenzado a comercializar sus propuestas. Hay algunos que buscan unir al teléfono con el reloj y así reducir la necesidad de un móvil, y otros que simplemente actúan de enganche con el dispositivo principal (un smartphone o tablet).
El primero es el i’m Watch, desarrollado por la empresa italiana Blue Sky y una de las propuestas más interesantes, ya que supuestamente podría funcionar con Android y iOS.
Sin embargo, al contrario de otros proyectos que buscan un dispositivo independiente, el i’m Watch depende de que el usuario ya tenga un smartphone o tablet. Se engancha (tether) vía Bluetooth al dispositivo móvil principal, y así el usuario se conecta a los servicios de Internet y telefonía.
Es ideal para aquellos que prefieren mantener la discreción con sus dispositivos móviles (especialmente en zonas urbanas donde el atraco es común) entonces el usuario puede acceder a funciones de correo electrónico, manejo de llamadas, mensajes de texto y hasta música desde su muñeca.
Lo único es el precio. El i’m Watch sigue en desarrollo y solo está disponible en preventa, pero la versión más barata, el i’m Color, sale en 299 euros (casi 790.000 pesos) lo cual no es una opción muy económica para lo que se reduce a ser un accesorio de smartphone.
Sin embargo, es poderoso, tiene un procesador ARM 9 de 454 MHz, tecnología touch capacitada, memoria RAM de 64 MB y capacidad de 4 GB. Para los que quieren un accesorio más lujoso, hay una versión enchapada en oro, el i’m Jewel, pero esta no baja de los 9.999 euros (casi 26 millones de pesos).
Una propuesta muy parecida y un poco más económica es el inPulse Smartwatch de Allerta. También funciona enganchándose a su dispositivo móvil principal, pero aunque no funciona con iOS si funciona con BlackBerry y con Android.
Sus funciones son un poco más limitadas, pero aún se pueden enviar correos electrónicos, mensajes de texto, alertas de calendario y ver el identificador de llamadas, además de hacer uso de las aplicaciones para smartwatch que el usuario descargue. El precio aproximado es de 149 dólares (280.000 pesos) por el modelo más barato, y se puede comprar directamente de la tienda electrónica de inPulse.
Por otro lado están los productos con la ambición de ser un teléfono y reloj, todo en el mismo dispositivo sin tener que estar enganchado a un móvil principal. Una propuesta que aún está en desarrollo pero se ve muy interesante es el WIMM Platform, de la empresa estadounidense WIMM Labs.
El WIMM Platform es más como un mini computador para llevar en la muñeca. No pretende ser ni reloj ni teléfono, si no un gadget más accesible para el usuario que funcione como base de control de todos los dispositivos móviles que el usuario tenga puestos.
Funciona con Android 2.1, y aunque puede ser un dispositivo independiente gracias a su radio Wi-Fi, también puede conectarse a smartphones y tablets vía enganche. Puede hacer uso de las mismas aplicaciones que el i’m Watch, pero está pensado más como una plataforma móvil del futuro, donde la mayoría de usos y productos que lo acompañarán aún están por ser inventados.
Es un poco más poderoso que el i’m Watch, con un procesador Samsung ARM11 de 667 MHz, memoria RAM de 256 MB y capacidad de 2,5 GB (un poco menos que el i’m Watch pero es extendible a 32GB). A diferencia del i’m Watch, tiene beeper, vibrador, acelerómetro, y GPS.
No está disponible en el mercado, pero aquellos interesados pueden reservar uno a través de la página de WIMM Labs. Si no pueden esperar, hay otro producto que se llama el sWaP (que significa reloj y teléfono inteligente).
Tiene varios modelos con precios que oscilan entre los 250 y 500 dólares (500.000 a 940.000 pesos). Pero es el más desarrollado de todos y el que más presencia tiene en el mercado actual. El sWaP Classic, por ejemplo, tiene Bluetooth, capacidad para reproducir video, pantalla touch, y apoyo 3GSM.
Está diseñado para ser un teléfono, pero las revisiones que se han hecho se quejan mucho de las capacidades limitadas del parlante y del hecho que para hacer llamadas cómodamente es necesario usar audífonos. Se puede conseguir en Amazon y Best Buy.
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